2. Los Monasterios filiales de Las Huelgas

No andan de acuerdo los autores sobre el número de conventos cistercienses que constituyeron filiación del de Las Huelgas. Para los más, fueron doce, debiendo contarse entre ellos los siete que concurrieron al primer Capítulo celebrado en 1189, es decir, los Monasterios de Perales1, Cañas, Gradefes, Torquemada, Fuencaliente, Carrizo y San Andrés de Arroyo, y los posteriormente incorporados de Vileña2, Villamayor de los Montes3, Avia o Azia4, Nuestra Señora de Barriá5 y Renuncio6. En apoyo de esta opinión tenemos el Breve expedido por el Papa León X, en 13 de noviembre de 1517, fijando el número de monjas de cada uno de los conventos filiales7, que se encabeza con las siguientes palabras:

«A la hija amada en el Señor, Teresa de Ayala, Abadesa del Real Monasterio de monjas, llamado de las Huelgas, extramuros de Burgos: León Papa X.—Amada hija en Cristo, salud y bendición Apostólica: Hicístenos informar que aunque tú y las otras Abadesas del Real Monasterio llamado de las Huelgas, extramuros de Burgos, del orden Cisterciense, que por tiempo habeis sido, y que en él loablemente habeis presidido, como tú al presente presides, y bajo de cuya filiación, visitación, corrección y sujeción están notoriamente sujetos algunos otros Monasterios de la misma Orden en número de doce, que se señalarán abajo…»8.

Otros autores indican un número distinto de Monasterios sujetos a la autoridad de la Prelada de Las Huelgas, y así POSTIUS dice que fueron quince, aparte del Hospital del Rey9, opinión que tiene su origen probablemente en una Real Cédula expedida por Felipe V en El Pardo, a 22 de enero de 1728, para resolver un incidente, que luego referiremos, ocurrido a propósito de la ejecución de la Bula Apostolici Ministerii. En esta Real Cédula se dice que las Abadesas ejercieron siempre jurisdicción en Las Huelgas, en sus Compases, en quince Monasterios de su filiación y demás iglesias y lugares, personas y criados10.

El célebre historiador MARINEO SícuLo llegó a decir que fueron diecisiete los conventos que reconocían por Matriz al fundado por Alfonso VIII11, cifra que sólo puede alcanzarse si se incluyen entre ellos los de Tulebras, Santa María de Otero, Santa Colomba y el Capítulo y el claustro de Comendadoras del Hospital del Rey. A esto objeta CALVO12 que el de Otero era filiación directa del de Gradefes; el de Tulebras nunca quiso someterse a la jurisdicción de Las Huelgas; el de Santa Colomba, aunque citada su Abadesa para acudir al Capítulo celebrado en Burgos, ni asistió nunca a él ni dejó la sujeción al Abad de Moreruela; y las congregaciones del Hospital del Rey estaban bajo la custodia de las Abadesas de Burgos y tampoco se les ha considerado como hijuelas del convento13.

La tesis de CALVO nos parece muy acertada, debiendo tan sólo rectificar el punto relativo al de Santa María de Otero. Este Monasterio, situado en la entrada de Asturias, y conocido también con el nombre de Otero de las Dueñas, si bien era filiación directa de Gradefes, podía, sin embargo, acudir a Las Huelgas, como supremo general de todos, en apelación de las violencias que le hiciera el de Gradefes o sus comisarios; de donde resultan trece los Monasterios sujetos a la autoridad de nuestra Abadesa14.

Notas
1

La rebeldía de la Abadesa de Perales determinó una querella presentada por la de Huelgas a Guido, Abad del Císter, en 1199, quien dictó sentencia sometiendo a aquélla a la debida obediencia, y ratificando el acuerdo de celebrar Capítulo todas las filiaciones en Santa María la Real, como Casa y Matriz, cada año, en la fiesta de San Martín (cfr. MANRIQUE, op. cit., tomo III, ann. 1199). Vid. supra, cap. I, nota 25. En la lámina III se reproduce la carta de obediencia que prestan las Abadesas de Perales y Gradefes y Cañas al Monasterio de Santa María la Real.

2

Fundado por Doña Urraca, hija de Alfonso IX de León, con monjas de Las Huelgas, siendo Abadesa Doña Sancha Garcíez.

3

Filiación de Huelgas, desde que fue fundado, en el reinado de Fernando III.

4

Su fundación data de fines del siglo XIII, siendo Abadesa Doña María Gutiérrez, que envió para poblarle monjas de Las Huelgas.

5

Monasterio fundado, cerca de Vitoria, por la familia de los Mendoza, siendo Abadesa Doña María González.

6

Este convento fue donado a Las Huelgas por Don Juan I, que lo había edificado en 1379. Sobre las filiaciones, véanse los datos de CURIEL, op. cit., prólogo, y de CALVO, op. cit., caps. IV y V, págs. 34 y ss.

7

El acta del primer capítulo puede verse en la lámina IV. Trae el texto íntegro, traducido al castellano, AGAPITO Y REVILLA, obra citada, apéndice I, págs. 173 y s.

8

Las monjas se reducen a treinta, más cinco conversas, en el Monasterio de Carrizo; a veinte profesas y cinco sirvientas también en los de Gradefes, Cañas, Vileña, Villamayor y San Andrés de Arroyo, y a doce monjas más dos profesas en Perales, Torquemada, Avia, Barriá y Fuencaliente; conventos sitos, según indica la misma Bula, en los Obispados de León, Palencia, Osma, Calahorra y Burgos. No se cita expresamente el de Renuncio, sin duda, como advierte MUÑIZ, porque no padecía la relajación de los otros, siendo de creer que como más cercano a la Matriz, pues se hallaba a pocas leguas de Burgos, estaría más reformado en todo (op. cit., pág. 101). Con anterioridad, por acuerdo de la Comunidad y de la Infanta Doña Berenguela, en noviembre de 1257, se fijó el número de monjas, freylas y niñas del Monasterio de Las Huelgas, disponiéndose no pudieran admitirse más de cien dueñas nobles, cuarenta freylas para su servicio y cuarenta niñas, también nobles como las monjas, destinadas a sustituir a las que fueren falleciendo, debiendo admitirse entonces tantas nuevas niñas como pasaren a monjas (A. R. M., legajo 3, núm. 90).

9

Cfr. El Código Canónico aplicado a España en forma de Instituciones, 5' ed., Madrid, 1926, núm. 522, pág. 542.

10

Publicamos esta cédula en el apéndice II.

11

Cfr. op. cit., lib. III, fol. XI, vuelta.

12

Cfr. op. cit., pág. 44.

13

Las Comendadoras —nombre vulgar de las freylas— eran como enfermeras del Hospital del Rey. Llevaban un uniforme o hábito. No parece que tuvieran vida común hasta el año 1864. En 1944 quedaban sólo dos comendadoras, muy ancianas, atendidas por una Congregación religiosa femenina dedicada a cuidar niños asilados, que ocupaba los viejos locales del Hospital del Rey.

14

Recientemente escribe el P. LLORCA, sin justificar su aserto: «La Abadesa tenía extraordinarios poderes en todos los contornos y jurisdicción sobre trece monasterios cistercienses», Manual de Historia eclesiástica, Barcelona, 1942, pág. 403.