8. Fulminación de censuras

Y llegamos a la cumbre de la jurisdicción abacial. Vamos a ver unos cuantos ejemplos de cómo los jueces eclesiásticos, diputados al efecto por la Señora Abadesa, llegaron a fulminar censuras en varias ocasiones.

Siendo Abadesa la Excma. Sra. D.ª Ana de Austria, sucedió que el Alcalde Mayor Tomás de Vallejo sacó a Pedro de Alonso, vecino de la ciudad de Burgos, de la Parroquia de San Antón, a pesar de estar retirado en sagrado. A petición del preso, los Licenciados D. Diego Bernal Reynoso y D. Diego de Robles, Capellanes del Real Monasterio y jueces nombrados por dicha Excma. Sra., procedieron, en nombre de ésta, contra el Alcalde Mayor y llegaron a imponer censuras a fin de que remitiese libremente a Pedro de Alonso al lugar sagrado donde le había prendido26.

En 11 de marzo de 1684, los Licenciados D. José Rodríguez de Guevara y D. Francisco de la Quintana, Capellanes del Monasterio y Jueces del Cabildo de Capellanes, nombrados por la Iltma. Sra. D.ª Felipa Bernarda Ramírez de Arellano, despacharon censuras generales, a instancia de Juan de Turrientes y su mujer, para el descubrimiento de cuatro camisas, una ropilla, unos calzones, una caldera y otros muchos bienes y alhajas que les habían hurtado, «a más de una perrilla que estimaban en más de un doblón, que les daban por ella»27.

A principios del siguiente siglo, el día 7 de noviembre de 1716, vemos también al Juez de la Abadesa Doña Teresa Badarán de Oxinalde, Licenciado Don Ventura de San Román, que despacha censuras generales de pedimento del Procurador de Las Huelgas, para el descubrimiento

de muchos bienes y alhajas que le tenían ocultados y le faltaban.

Poco tiempo después, el 29 de abril de 1719, siendo Gobernadora Doña Inés de Osio y Mendoza, los jueces nombrados por esta Señora despacharon, por igual motivo que en el caso anterior, dos censuras generales, que se leyeron en la Iglesia, a petición de D. Manuel de Hoces y Córdova, freyle Comendador y Procurador Mayor del Hospital del Rey28.

Notas
26

A. R. M., leg. 21, núm. 831, fol. 57.

27

Leg. 21, núm. 831, fol. 189.

28

El testimonio de los dos últimos ejemplos del citado texto puede verse en A. R. M., leg. 21, núm. 831, fol. 189.