4. La Señora y Mayora de Las Huelgas

Digamos ahora unas palabras sobre la Señora y Mayora de Las Huelgas.

De esta curiosa institución nos da noticia Fernando IV en un privilegio, despachado en Burgos a 15 de septiembre de 1305, a instancia de la Infanta Doña Blanca, con motivo de un incidente provocado por ciertas raciones que el Monarca mandó dar indebidamente en el Hospital del Rey:

e… Et la Abadesa, e el Convento, por ser el Monasterio más honrado, e todo lo suyo más recelado, e más guardado, pidieron merced a los Reyes que les diesen una de las Infantas para mayora e señora Guardadora del lugar: Et porque la su reverencia de ella, los sus bienes sean más guardados: e los Reyes por esto, e por más noblecer el lugar, a su pedimento acostumbraron de ge la dar»17.

Era, pues, Señora y Mayora de Las Huelgas una Infanta puesta en el Monasterio por los Reyes, para defenderle y para más honrarle.

Pero debe tenerse muy en cuenta que la presencia de la Infanta era compatible con la presencia de la Abadesa, que si bien le era inferior en dignidad, tenía la plenitud del gobierno.

En las escrituras que otorgaba la Abadesa decía: «con placer y con otorgamiento de las Infantas, et de todol convento». Pero como la Prelada era la que escrituraba, firmaba en primer lugar y después de ella las Infantas18 y las Consiliarias de oficio, según consta en una escritura de 1233:

«Ego Donna Maria Abbatissa ex mea bona voluntate otorgo ista Carta et la ofirmo. La Infant Donna Constanza de Castilla of. La Infant Donna Constanza de León of. Priora D. Ines Lainez of. D. Maria Garciez la Cantor of. D. Maria Gonzalvez la Sacristana of. Totus Conventus otorgan et confirman»19.

Pero no bastaba la voluntad de la Infanta, pues era nulo el contrato si no consentía también la Abadesa. Claramente lo dice Don Fernando en el privilegio aludido:

«… Et si Yo, ó otro Rey o Reyna de aquellos onde yo vengo, ó alguna Infante en algun tiempo algunas raziones y diezmos ó mandamos dar, ó en alguna cosa mandamos administrar é proveer en el Monesterio e hospital sobredichos sin voluntad e placer de la Abadesa, é del convento; tengo e creo que esto pudo ser porque non sabiemos, é non nos fué mostrado la verdat, nin los privilegios, nin el derecho del Monesterio, e del hospital…»

Que Abadesa y Señora eran dos autoridades distintas, lo indican además los convenios que hicieron con el convento las Infantas que llevaron el título de guardadoras del lugar, como el que medió entre Doña Berenguela y la Comunidad para establecer el número de niñas, monjas y freylas20. A igual conclusión se llega por estas palabras de queja dirigidas en 1331 al Rey Don Alfonso XI por la Comunidad, alarmada por las prendas que tomaban los alcaldes y merinos a causa de ciertas deudas dejadas por una de las Señoras:

«… por algunas debdas que la Infanta Donna Maria, Sennora de Las Huelgas, mugier que fué del Infant Don Pedro… e algunos sus omes sacan e façen o señales o emplazamientos en que caen… peyndrades los bienes del dicho mio Monesterio, e del Hospital, e de los sus ortolanos, maguer que las dichas debdas non las saquen nin non para pro de las dichas míos Monesterio e Hospital…»21.

Con el tiempo dejaron de nombrarse estas Señoras22, que fueron sustituidas por un miembro del Supremo y Real Consejo de la Cámara de Castilla, que recibía el título de Protector de Las Huelgas23.

Notas
17

Vid. supra, Cap. IV, núm. 4.

18

A veces vivieron en Las Huelgas dos Infantas, como se ve por el documento que se cita, donde aparecen la Infanta Doña Constanza, hija del fundador, y la Infanta Doña Constanza, hermana de San Fernando, hija de Don Alfonso IX de León y de la Reina Doña Berenguela la Grande.

19

FLÓREZ, op. cit., XXVII, págs. 301 y 302.

20

Vid. supra, Cap. III, nota 8.

21

A. R. M., leg. 5, núm. 132.—La Infanta Doña María, a que se alude en este documento, era hija de Jaime II de Aragón, y vivió en Las Huelgas durante cierto tiempo para estar cerca de los restos de su esposo el Infante Don Pedro, enterrado en el Real Monasterio.

22

Desde 1336, en que desempeñó el Señorío de Las Huelgas Doña Leonor, hermana de Alfonso XI, hasta mediados del siglo xvi, en que aparece como Abadesa Doña María de Aragón, no contribuyó ninguna Infanta a la defensa del Monasterio.

23

Cfr. Muñiz, op. cit., tomo V, pág. 107.