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«Et in meditatione mea exardescit ignis» —Y, en mi meditación, se enciende el fuego. —A eso vas a la oración: a hacerte una hoguera, lumbre viva, que dé calor y luz.
Por eso cuando no sepas ir adelante, cuando sientas que te apagas, si no puedes echar en el fuego troncos olorosos, echa las ramas y la hojarasca de pequeñas oraciones vocales, de jaculatorias, que sigan alimentando la hoguera. —Y habrás aprovechado el tiempo.
Materias
Referencias a la Sagrada Escritura
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Documento imprimido desde https://escriva.org/es/camino/92/ (27/03/2024)