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Una vida nueva

Es el momento sencillo y solemne de la institución del Nuevo Testamento. Jesús deroga la antigua economía de la Ley y nos revela que Él mismo será el contenido de nuestra oración y de nuestra vida.

Ved el gozo que inunda la liturgia de hoy: sea la alabanza plena, sonora, alegre5. Es el júbilo cristiano, que canta la llegada de otro tiempo: ha terminado la antigua Pascua, se inicia la nueva. Lo viejo es sustituido por lo nuevo, la verdad hace que la sombra desaparezca, la noche es eliminada por la luz6.

Milagro de amor. Este es verdaderamente el pan de los hijos7: Jesús, el Primogénito del Eterno Padre, se nos ofrece como alimento. Y el mismo Jesucristo, que aquí nos robustece, nos espera en el cielo como comensales, coherederos y socios8, porque quienes se nutren de Cristo morirán con la muerte terrena y temporal, pero vivirán eternamente, porque Cristo es la vida imperecedera9.

La felicidad eterna, para el cristiano que se conforta con el definitivo maná de la Eucaristía, comienza ya ahora. Lo viejo ha pasado: dejemos aparte todo lo caduco; sea todo nuevo para nosotros: los corazones, las palabras y las obras10.

Esta es la Buena Nueva. Es novedad, noticia, porque nos habla de una profundidad de Amor, que antes no sospechábamos. Es buena, porque nada mejor que unirnos íntimamente a Dios, Bien de todos los bienes. Esta es la Buena Nueva, porque, de alguna manera y de un modo indescriptible, nos anticipa la eternidad.

Notas
5

Secuencia Lauda Sion.

6

Ibidem.

7

Ibidem.

8

Ibidem.

9

San Agustín, In Ioannis Evangelium tractatus, 26, 20 (PL 35, 1616).

10

Himno Sacris solemniis.

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