385

No podemos conformarnos con lo que hacemos en nuestro servicio a Dios, como un artista no se queda satisfecho con el cuadro o la estatua que sale de sus manos. Todos le dicen: es una maravilla; pero él piensa: no, no es esto; yo querría más. Así deberíamos reaccionar nosotros.

Además, el Señor nos da mucho, tiene derecho a nuestra más plena correspondencia…, y hay que ir a su paso.

Este punto en otro idioma