426
Hoy he vuelto a rezar lleno de confianza, con esta petición: Señor, que no nos inquieten nuestras pasadas miserias ya perdonadas, ni tampoco la posibilidad de miserias futuras; que nos abandonemos en tus manos misericordiosas; que te hagamos presentes nuestros deseos de santidad y apostolado, que laten como rescoldos bajo las cenizas de una aparente frialdad…
—Señor, sé que nos escuchas. Díselo tú también.
Este punto en otro idioma
Documento imprimido desde https://escriva.org/es/forja/426/ (23/04/2024)