936

¡No te me aburgueses, porque —si estás aburguesado— estorbas, te conviertes en un peso muerto para el apostolado, y sobre todo en un motivo de dolor para el Corazón de Cristo!

No dejes de hacer apostolado, no abandones tu esfuerzo por trabajar del mejor modo posible, no descuides tu vida de piedad.

—El resto, lo hará Dios.

Este punto en otro idioma