113
Me aseguraste que querías luchar sin tregua. Y ahora me vienes alicaído.
Mira, hasta humanamente, conviene que no te lo den todo resuelto, sin trabas. Algo —¡mucho!— te toca poner a ti. Si no, ¿cómo vas a “hacerte” santo?
Materias
Este punto en otro idioma
Documento imprimido desde https://escriva.org/es/surco/113/ (28/03/2024)