138

No tienes excusa ninguna. La culpa es sólo tuya. Si sabes —te conoces lo suficiente— que, por ese sendero —con esas lecturas, con esa compañía,…—, puedes acabar en el precipicio, ¿por qué te obstinas en pensar que quizá es un atajo que facilita tu formación o que madura tu personalidad?

Cambia radicalmente tu plan, aunque te suponga más esfuerzo, menos diversiones al alcance de la mano. Ya es hora de que te comportes como una persona responsable.

Este punto en otro idioma