212
«Hominem non habeo» —no tengo a nadie que me ayude. Esto podrían asegurar, ¡desdichadamente!, muchos enfermos y paralíticos del espíritu, que pueden servir… y deben servir.
Señor: que nunca me quede indiferente ante las almas.
Referencias a la Sagrada Escritura
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Documento imprimido desde https://escriva.org/es/surco/212/ (18/04/2024)