626

Una ansiedad te llena: la prisa por forjarte pronto, por moldearte, por machacarte y pulirte, para llegar a ser la pieza armónica que cumpla eficazmente la labor prevista, la misión asignada…, en el gran campo de Cristo.

Mucho te encomiendo para que ese afán sea acicate a la hora del cansancio, del fracaso, de la oscuridad…, porque “la misión asignada en el gran campo de Cristo” no puede cambiar.

Este punto en otro idioma