952

Corres el gran peligro de conformarte con vivir —o de pensar en que debes vivir— como un “niño bueno”, que se aloja en una casa ordenada, sin problemas, y que no conoce más que la felicidad.

Eso es una caricatura del hogar de Nazaret: Cristo, porque traía la felicidad y el orden, salió a propagar esos tesoros entre los hombres y mujeres de todos los tiempos.

Este punto en otro idioma