Lista de puntos
Todos los pecados —me has dicho— parece que están esperando el primer rato de ocio. ¡El ocio mismo ya debe ser un pecado!
—El que se entrega a trabajar por Cristo no ha de tener un momento libre, porque el descanso no es no hacer nada: es distraernos en actividades que exigen menos esfuerzo.
Decaimiento físico. —Estás... derrumbado. —Descansa. Para esa actividad exterior. —Consulta al médico. Obedece, y despreocúpate.
Pronto volverás a tu vida y mejorarás, si eres fiel, tus apostolados.
¿Que te da todo igual? —No quieras engañarte. Ahora mismo, si yo te preguntara por personas y por empresas, en las que por Dios metiste tu alma, habrías de contestarme, ¡briosamente!, con el interés de quien habla de cosa propia.
No te da todo igual: es que no eres incansable..., y necesitas más tiempo para ti: tiempo que será también para tus obras, porque, a última hora, tú eres el instrumento.
Documento imprimido desde https://escriva.org/es/book-subject/camino/106/ (02/05/2024)