Lista de puntos

Hay 7 puntos en «Camino» cuya materia es Esperanza → lucha confiada .

Crécete ante los obstáculos. —La gracia del Señor no te ha de faltar: «inter medium montium pertransibunt aquae!» —¡pasarás a través de los montes!

¿Qué importa que de momento hayas de recortar tu actividad si luego, como muelle que fue comprimido, llegarás sin comparación más lejos que nunca soñaste?

¿No presientes que te aguarda más paz y más unión cuando hayas correspondido a esa gracia extraordinaria que te exige un total desasimiento?

—Lucha por Él, por darle gusto: pero fortalece tu esperanza.

¡Ánimo! Tú... puedes. —¿Ves lo que hizo la gracia de Dios con aquel Pedro dormilón, negador y cobarde..., con aquel Pablo perseguidor, odiador y pertinaz?

Esa trepidación de tu espíritu, la tentación, que te envuelve, es como una venda sobre los ojos de tu alma.

Estás a oscuras. —No te empeñes en andar solo, porque, solo, caerás. —Ve a tu Director —a tu superior— y él hará que oigas aquellas palabras de Rafael Arcángel a Tobías:

«Forti animo esto, in proximo est ut a Deo cureris» —Ten ánimo, que pronto te curará Dios. —Sé obediente, y caerán las escamas, caerá la venda de tus ojos, y Dios te llenará de gracia y de paz.

El enemigo casi siempre procede así con las almas que le van a resistir: hipócritamente, suavemente: motivos... ¡espirituales!: no llamar la atención... —Y luego, cuando parece no haber remedio (lo hay), descaradamente..., por si logra una desesperación a lo Judas, sin arrepentimiento.

Al perder aquellos consuelos humanos te has quedado con una sensación de soledad, como pendiente de un hilillo sobre el vacío de negro abismo. —Y tu clamor, tus gritos de auxilio, parece que no los escucha nadie.

Bien merecido tienes ese desamparo. —Sé humilde, no te busques a ti, ni busques tu comodidad: ama la Cruz —soportarla es poco— y el Señor oirá tu oración. —Y se encalmarán tus sentidos. —Y tu corazón volverá a cerrarse. —Y tendrás paz.

En carne viva. —Así te encuentras. Todo te hace sufrir en las potencias y en los sentidos. Y todo te es tentación...

Sé humilde —insisto—: verás qué pronto te sacan de ese estado: y el dolor se trocará en gozo: y la tentación, en segura firmeza.

Pero, mientras, aviva tu fe; llénate de esperanza; y haz continuos actos de Amor, aunque pienses que son sólo de boca.

Referencias a la Sagrada Escritura
Referencias a la Sagrada Escritura