Lista de puntos
El «non serviam» de Satanás ha sido demasiado fecundo. —¿No sientes el impulso generoso de decir cada día, con voluntad de oración y de obras, un «serviam» —¡te serviré, te seré fiel!— que supere en fecundidad a aquel clamor de rebeldía?
Sirve a tu Dios con rectitud, séle fiel... y no te preocupes de nada: porque es una gran verdad que «si buscas el reino de Dios y su justicia, Él te dará lo demás —lo material, los medios— por añadidura».
¿Pero, ¡a estas alturas!, va a resultar que necesitas la aprobación, el calor, los consuelos de los poderosos, para seguir haciendo lo que Dios quiere?
—Los poderosos suelen ser volubles, y tú has de ser constante. Sé agradecido, si te ayudan. Y continúa, imperturbable, si te desprecian.
Decaimiento físico. —Estás... derrumbado. —Descansa. Para esa actividad exterior. —Consulta al médico. Obedece, y despreocúpate.
Pronto volverás a tu vida y mejorarás, si eres fiel, tus apostolados.
Documento imprimido desde https://escriva.org/es/book-subject/camino/1268/ (05/05/2024)