Lista de puntos
¿Quieres que te diga todo lo que pienso de «tu camino»? —Pues, mira: que si correspondes a la llamada, trabajarás por Cristo como el que más: que si te haces hombre de oración, tendrás la correspondencia de que hablo antes y buscarás, con hambre de sacrificio, los trabajos más duros...
Y serás feliz aquí y felicísimo luego, en la Vida.
«Quia hic homo coepit aedificare et non potuit consummare!» —¡comenzó a edificar y no pudo terminar!
Triste comentario, que, si no quieres, no se hará de ti: porque tienes todos los medios para coronar el edificio de tu santificación: la gracia de Dios y tu voluntad.
No necesito milagros: me sobra con los que hay en la Escritura. —En cambio, me hace falta tu cumplimiento del deber, tu correspondencia a la gracia.
¡Caudillos!... Viriliza tu voluntad para que Dios te haga caudillo. ¿No ves cómo proceden las malditas sociedades secretas? Nunca han ganado a las masas. —En sus antros forman unos cuantos hombres-demonios que se agitan y revuelven a las muchedumbres, alocándolas, para hacerlas ir tras ellos, al precipicio de todos los desórdenes... y al infierno. —Ellos llevan una simiente maldecida.
Si tú quieres..., llevarás la Palabra de Dios, bendita mil y mil veces, que no puede faltar. Si eres generoso..., si correspondes, con tu santificación personal, obtendrás la de los demás: el reinado de Cristo: que «omnes cum Petro ad Jesum per Mariam».
Si ves claramente tu camino, síguelo. —¿Cómo no desechas la cobardía que te detiene?
Dile: «ecce ego quia vocasti me!» —¡aquí me tienes, porque me has llamado!
Documento imprimido desde https://escriva.org/es/book-subject/camino/2534/ (04/05/2024)