Lista de puntos
Desilusionado. —Vienes alicaído. ¡Los hombres te acaban de dar una lección! —Creían que no los necesitabas, y rezumaban ofrecimientos. La posibilidad de que tuvieran que ayudarte económicamente —unas pesetillas miserables— convirtió la amistad en indiferencia.
—Confía sólo en Dios y en quienes, por Él, están unidos a ti.
Cuando sólo se busca a Dios, bien se puede poner en práctica, para sacar adelante obras de celo, aquel principio que asentaba un buen amigo nuestro: «Se gasta lo que se deba, aunque se deba lo que se gaste».
No te desvele el conflicto económico que se avecina a tu empresa de apostolado. —Aumenta la confianza en Dios, haz humanamente lo que puedas, y ¡verás qué pronto el dinero deja de ser conflicto!
Documento imprimido desde https://escriva.org/es/book-subject/camino/389/ (05/05/2024)