Lista de puntos

Hay 4 puntos en «Forja» cuya materia es Examen de conciencia → humildad, sinceridad .

Humildad de Jesús: ¡qué vergüenza, por contraste, para mí —polvo de estiércol—, que tantas veces he disfrazado mi soberbia so capa de dignidad, de justicia!… —Y así, ¡cuántas ocasiones de seguir al Maestro he perdido, o no he aprovechado, por no sobrenaturalizarlas!

Jesús, si en mí hay algo que te desagrada, dímelo, para que lo arranquemos.

Los primeros Apóstoles, cuando el Señor los llamó, estaban junto a la barca vieja y junto a las redes rotas, remendándolas. El Señor les dijo que le siguieran; y ellos, statim —inmediatamente, relictis omnibus —abandonando todas las cosas, ¡todo!, le siguieron…

Y sucede algunas veces que nosotros —que deseamos imitarles— no acabamos de abandonar todo, y nos queda un apego en el corazón, un error en nuestra vida, que no queremos cortar, para ofrecérselo al Señor.

—¿Harás el examen de tu corazón bien a fondo? —No ha de quedar nada ahí, que no sea de El; si no, no le amamos bien, ni tú ni yo.

Nuestra vida —la de los cristianos— ha de ser así de vulgar: procurar hacer bien, todos los días, las mismas cosas que tenemos obligación de vivir; realizar en el mundo nuestra misión divina, cumpliendo el pequeño deber de cada instante.

—Mejor: esforzándonos por cumplirlo, porque a veces no lo conseguiremos y, al venir la noche, en el examen, tendremos que decir al Señor: no te ofrezco virtudes; hoy sólo puedo ofrecerte defectos, pero —con tu gracia— llegaré a llamarme vencedor.

Referencias a la Sagrada Escritura