Lista de puntos

Hay 3 puntos en «Forja» cuya materia es Libertad → en la vida espiritual .

Mortificaciones habituales, acostumbradas: ¡sí!, pero no seas monomaníaco.

—No han de limitarse necesariamente a las mismas: lo constante, lo habitual, lo acostumbrado —sin acostumbramiento— debe ser el espíritu de mortificación.

La santidad tiene la flexibilidad de los músculos sueltos. El que quiere ser santo sabe desenvolverse de tal manera que, mientras hace una cosa que le mortifica, omite —si no es ofensa a Dios— otra que también le cuesta y da gracias al Señor por esta comodidad. Si los cristianos actuáramos de otro modo, correríamos el riesgo de volvernos tiesos, sin vida, como una muñeca de trapo.

La santidad no tiene la rigidez del cartón: sabe sonreír, ceder, esperar. Es vida: vida sobrenatural.

Te maravilla descubrir que, en cada una de las posibilidades de mejorar, existen muchas metas distintas…

—Son otros caminos, dentro del "camino", que evitan la posible rutina y te acercan más al Señor.

—Aspira con generosidad a lo más alto.