Lista de puntos

Hay 5 puntos en «Forja» cuya materia es Misa → amor a la Santa Misa .

Ama mucho al Señor. Custodia en tu alma, y foméntala, esta urgencia de quererle. Ama a Dios, precisamente ahora, cuando quizá bastantes de los que le tienen en sus manos no le quieren, le maltratan y le descuidan.

¡Trátame muy bien al Señor, en la Santa Misa y durante la jornada entera!

En el Santo Sacrificio del altar, el sacerdote toma el Cuerpo de nuestro Dios y el Cáliz con su Sangre, y los levanta sobre todas las cosas de la tierra, diciendo: Per Ipsum, et cum Ipso, et in Ipso —¡por mi Amor!, ¡con mi Amor!, ¡en mi Amor!

Unete a ese gesto. Más: incorpora esa realidad a tu vida.

Te entendía bien cuando me confiabas: quiero embeberme en la liturgia de la Santa Misa.

Dile al Señor que, en lo sucesivo, cada vez que celebres o asistas a la Santa Misa, y administres o recibas el Sacramento Eucarístico, lo harás con una fe grande, con un amor que queme, como si fuera la última vez de tu vida.

—Y duélete, por tus negligencias pasadas.

¡Vive la Santa Misa!

—Te ayudará aquella consideración que se hacía un sacerdote enamorado: ¿es posible, Dios mío, participar en la Santa Misa y no ser santo?

—Y continuaba: ¡me quedaré metido cada día, cumpliendo un propósito antiguo, en la Llaga del Costado de mi Señor!

—¡Anímate!