Lista de puntos

Hay 7 puntos en «Forja» cuya materia es Corrección fraterna .

No descuides la práctica de la corrección fraterna, muestra clara de la virtud sobrenatural de la caridad. Cuesta; más cómodo es inhibirse; ¡más cómodo!, pero no es sobrenatural.

—Y de estas omisiones darás cuenta a Dios.

La corrección fraterna, cuando debas hacerla, ha de estar llena de delicadeza —¡de caridad!— en la forma y en el fondo, pues en aquel momento eres instrumento de Dios.

Sólo serás bueno, si sabes ver las cosas buenas y las virtudes de los demás.

—Por eso, cuando hayas de corregir, hazlo con caridad, en el momento oportuno, sin humillar…, y con ánimo de aprender y de mejorar tú mismo en lo que corrijas.

La práctica de la corrección fraterna —que tiene entraña evangélica— es una prueba de sobrenatural cariño y de confianza.

Agradécela cuando la recibas, y no dejes de practicarla con quienes convives.

Al corregir, porque resulta necesario y se quiere cumplir con el deber, hay que contar con el dolor ajeno y con el dolor propio.

Pero que esa realidad no te sirva nunca de excusa, para inhibirte.

Se esconde una gran comodidad —y a veces una gran falta de responsabilidad— en quienes, constituidos en autoridad, huyen del dolor de corregir, con la excusa de evitar el sufrimiento a otros.

Se ahorran quizá disgustos en esta vida…, pero ponen en juego la felicidad eterna —suya y de los otros— por sus omisiones, que son verdaderos pecados.

¿Por qué no te decides a hacer una corrección fraterna? —Se sufre al recibirla, porque cuesta humillarse, por lo menos al principio. Pero, hacerla, cuesta siempre. Bien lo saben todos.

El ejercicio de la corrección fraterna es la mejor manera de ayudar, después de la oración y del buen ejemplo.

Referencias a la Sagrada Escritura