438
¡Loco! —Ya te vi —te creías solo en la capilla episcopal— poner en cada cáliz y en cada patena, recién consagrados, un beso: para que se lo encuentre Él, cuando por primera vez «baje» a esos vasos eucarísticos.
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Documento imprimido desde https://escriva.org/es/camino/438/ (27/04/2024)