Nota a la séptima edición

Me piden unas palabras, que vayan con la séptima edición de Camino.

Sólo se me ocurre decirte, amigo lector, que pongas en muchas manos este libro, y así se pegará a muchos corazones nuestra divina locura de tratar a Cristo. Y que ruegues, al Señor y a su bendita Madre, por mí: para que pronto tú y yo volvamos a encontrarnos en otro libro mío —Surco—, que pienso entregarte dentro de pocos meses.

Roma, en la fiesta de la Inmaculada, 8 de diciembre del Año Santo de 1950.

El Autor

Este capítulo en otro idioma