9. La Abadesa, Administrador perpetuo del Hospital del Rey

Dos años antes de su muerte, el día 15 de mayo de 1212, por medio de un solemne privilegio, especie de testamento, nos dice RODRÍGUEZ LÓPEZ35, instituía Don Alfonso a la Abadesa Administrador perpetuo y Superior absoluto, aunque con ciertas previsoras y saludables restricciones, del Hospital del Rey36, por él fundado, junto a Burgos y cerca de Santa María, para ofrecer cristiana hospitalidad a los pobres enfermos y a los peregrinos que se dirigían a visitar el sepulcro del Apóstol Santiago en Compostela, y bajo cuyo señorío había colocado un rico patrimonio37.

Notas
35

Cfr. op. cit., I, págs. 86 y 87. Téngase, sin embargo, presente FITA: Testamento del Rey Don Alfonso VIII (8 diciembre 1204), en «Boletín de la Real Academia de la Historia», VIII, 1886, pág. 229; y GOROSTERRATZU, op. cit., págs. 142 y s., donde puede verse la ejecución del testamento por el Arzobispo Don Rodrigo.

36

Por una Bula de 26 de agosto de 1235, octavo de su Pontificado, Gregorio IX ratificó la incorporación del Hospital del Rey, recibiéndole «bajo la protección del Bienaventurado San Pedro». Véase la lámina V y el apéndice 3.°

37

Constituido por los lugares de Pedrosa de Can de Muñó, San Mamés, el barrio llamado del Rey en Tardajos, Villarmejo, Arroyal, San Memel (que antes se llamaba Villabáscones), Madrigalejo del Monte y la granja del Yarto o Arto, juntamente con las haciendas que en ellas poseía Don Alfonso, y además los lugares de Cardeñadijo con la Granja de Escobilla, Congosto, Marmellar de Arriba, Tablada, San Quirce de Humada, Granjas de Rivayaz y Arrunquera, Albillos, Robredo, Torralba, Requena y el lugar de Bercial con parte de su dehesa.