Te has portado bien..., aunque hayas caído así de hondo. Te has portado bien, porque te humillaste, porque has rectificado, porque te has llenado de esperanza, y la esperanza te trajo de nuevo al Amor. No pongas esa cara boba de pasmo: ¡te has portado bien! Te alzaste del suelo: "surge", resonó de nuevo la voz poderosa, "et ambula!": ahora, ¡a trabajar!