363

Desilusionado. —Vienes alicaído. ¡Los hombres te acaban de dar una lección! —Creían que no los necesitabas, y rezumaban ofrecimientos. La posibilidad de que tuvieran que ayudarte económicamente —unas pesetillas miserables— convirtió la amistad en indiferencia.

—Confía sólo en Dios y en quienes, por Él, están unidos a ti.

Este punto en otro idioma