Eres excesivamente candoroso. ¡Que son pocos los que practican la caridad! Que tener caridad no es dar ropa vieja o monedas de cobre... Y me cuentas tu caso y tu desilusión. Sólo se me ocurre esto: vamos tú y yo a dar y a darnos sin tacañería. Y evitaremos que quienes nos traten adquieran tu triste experiencia.