¿Qué importa que tengas en contra al mundo entero con todos sus poderes? Tú... ¡adelante!
Repite las palabras del salmo: "El Señor es mi luz y mi salud, ¿a quién temeré?... 'Si consistant adversum me castra, non timebit cor meum' Aunque me vea cercado de enemigos, no flaqueará mi corazón."