No me seas... tonto: es verdad que haces el papel a lo más de un pequeño tornillo en esa gran empresa de Cristo. Pero, ¿sabes lo que supone que el tornillo no apriete bastante o salte de su sitio?: se aflojarán piezas de más tamaño o caerán melladas las ruedas. Se habrá entorpecido el trabajo. Quizá se inutilizará toda la maquinaria. ¡Qué grande cosa es ser un pequeño tornillo!