113

No esperes a la vejez para ser santo: ¡sería una gran equivocación!

—Comienza ahora, seriamente, gozosamente, alegremente, a través de tus obligaciones, de tu trabajo, de la vida cotidiana…

No esperes a la vejez para ser santo, porque, además de ser una gran equivocación —insisto—, no sabes si llegará para ti.

Este punto en otro idioma