Josemaría Escrivá Obras
169

La lucha ascética no es algo negativo ni, por tanto, odioso, sino afirmación alegre. Es un deporte.

    El buen deportista no lucha para alcanzar una sola victoria, y al primer intento. Se prepara, se entrena durante mucho tiempo, con confianza y serenidad: prueba una y otra vez y, aunque al principio no triunfe, insiste tenazmente, hasta superar el obstáculo.

Anterior Ver capítulo Siguiente