Josemaría Escrivá Obras
172

Si has cometido un error, pequeño o grande, ¡vuelve corriendo a Dios!

    —Saborea las palabras del salmo: “cor contritum et humiliatum, Deus, non despicies —el Señor jamás despreciará ni se desentenderá de un corazón contrito y humillado.

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