Josemaría Escrivá Obras
287

Si notas que no puedes, por el motivo que sea, dile, abandonándote en El: ¡Señor, confío en Ti, me abandono en Ti, pero ayuda mi debilidad!

    Y lleno de confianza, repítele: mírame, Jesús, soy un trapo sucio; la experiencia de mi vida es tan triste, no merezco ser hijo tuyo. Díselo...; y díselo muchas veces.

    —No tardarás en oír su voz: “ne timeas! —¡no temas!; o también: “surge et ambula! —¡levántate y anda!

Anterior Ver capítulo Siguiente