 |
403 |
 |
Cada día un poco más igual que al tallar una piedra o una madera, hay que ir limando asperezas, quitando defectos de nuestra vida personal, con espíritu de penitencia, con pequeñas mortificaciones, que son de dos tipos: las activas ésas que buscamos, como florecicas que recogemos a lo largo del día, y las pasivas, que vienen de fuera y nos cuesta aceptarlas. Luego, Jesucristo va poniendo lo que falta.
¡Qué Crucifijo tan estupendo vas a ser, si respondes con generosidad, con alegría, del todo!
|
 |
|
 |
 |
 |
|