Josemaría Escrivá Obras
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El campo del Señor es fértil y buena su semilla. Por eso, cuando en este mundo nuestro aparece la cizaña, no lo dudes: ha habido falta de correspondencia de los hombres, de los cristianos especialmente, que se han dormido y han dejado el terreno abierto al enemigo.

    —No te lamentes, que es estéril; y examina, en cambio, tu conducta.

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