467
No confundas la serenidad con la pereza, con el abandono, con el retraso en las decisiones o en el estudio de los asuntos.
La serenidad se complementa siempre con la diligencia, virtud necesaria para considerar y resolver, sin demora, las cuestiones pendientes.
Este punto en otro idioma
Documento imprimido desde https://escriva.org/es/forja/467/ (14/04/2024)