Josemaría Escrivá Obras
494

Cómo entiendo la pregunta que se formulaba aquella alma enamorada de Dios: ¿ha habido algún mohín de disgusto, ha habido algo en mí que te pueda a Ti, Señor, Amor mío, doler?

    —Pide a tu Padre Dios que nos conceda esa exigencia constante de amor.

Anterior Ver capítulo Siguiente