Las tareas profesionales también el trabajo del hogar es una profesión de primer orden son testimonio de la dignidad de la criatura humana; ocasión de desarrollo de la propia personalidad; vínculo de unión con los demás; fuente de recursos; medio de contribuir a la mejora de la sociedad, en la que vivimos, y de fomentar el progreso de la humanidad entera...
Para un cristiano, estas perspectivas se alargan y se amplían aún más, porque el trabajo asumido por Cristo como realidad redimida y redentora se convierte en medio y en camino de santidad, en concreta tarea santificable y santificadora.