Josemaría Escrivá Obras
746

Ahí, desde ese lugar de trabajo, haz que tu corazón se escape al Señor, junto al Sagrario, para decirle, sin hacer cosas raras: Jesús mío, te amo.

    —No tengas miedo a llamarle así —Jesús mío— y de repetírselo a menudo.

Anterior Ver capítulo Siguiente