Josemaría Escrivá Obras
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Intrigas, interpretaciones miserables —cortadas a medida del corazón villano que interpreta—, susurraciones cobardes... —Es una escena desgraciadamente repetida en los distintos ambientes: ni trabajan, ni dejan trabajar.

    Medita despacio aquellos versos del salmo: "Dios mío, he llegado a ser extraño para mis hermanos, y forastero para los hijos de mi madre. Porque el celo de tu casa me devoró, y los oprobios de los que te ultrajan cayeron sobre mí"..., y continúa trabajando.

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