Josemaría Escrivá Obras
866

¡Señor!, le asegurabas, me gusta ser agradecido; quiero serlo siempre con todos.

    —Pues, mira: no eres una piedra..., ni un alcornoque..., ni un mulo. No perteneces a esos seres, que cumplen su fin aquí abajo. Y esto, porque Dios quiso hacerte hombre o mujer —hijo suyo—..., y te ama “in caritate perpetua —con amor eterno.

    —¿Te gusta ser agradecido?: ¿vas a hacer una excepción con el Señor? —Procura que tu hacimiento de gracias, diario, salga impetuoso de tu corazón.

Anterior Ver capítulo Siguiente