304
Los hombres mundanos se afanan para que las almas pierdan cuanto antes a Dios; y luego, para que pierdan el mundo… No aman este mundo nuestro, ¡lo explotan, pisoteando a los demás!
—¡Que no seas tú también víctima de ese doble timo!
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Documento imprimido desde https://escriva.org/es/surco/304/ (28/03/2024)