33

La Virgen Santa María, Maestra de entrega sin límites. —¿Te acuerdas?: con alabanza dirigida a Ella, afirma Jesucristo: “¡el que cumple la Voluntad de mi Padre, ése —ésa— es mi madre!…”

Pídele a esta Madre buena que en tu alma cobre fuerza —fuerza de amor y de liberación— su respuesta de generosidad ejemplar: «ecce ancilla Domini!» —he aquí la esclava del Señor.

Referencias a la Sagrada Escritura
Este punto en otro idioma