341
Me confiabas que Dios, a ratos, te llena de luz; en otros, no.
Te recordé, con firmeza, que el Señor es siempre infinitamente bueno. Por eso, para seguir adelante, te bastan esos tiempos luminosos; aunque los otros también te aprovechan, para hacerte más fiel.
Este punto en otro idioma
Documento imprimido desde https://escriva.org/es/surco/341/ (24/04/2024)