Para quitar importancia a la labor de otro, susurraste: no ha hecho más que cumplir con su deber.
Y yo añadí: —¿te parece poco?... Por cumplir nuestro deber nos da el Señor la felicidad del Cielo: «euge serve bone et fidelis... intra in gaudium Domini tui» —muy bien, siervo bueno y fiel, ¡entra en el gozo eterno!