En el trigal más hermoso y prometedor, es fácil escardar carretones de jaramagos, de amapolas y de grama...
—De la persona más íntegra y responsable no falta —a lo largo de la historia— con qué henchir páginas negras... Piensa también cuánto han hablado y escrito contra Nuestro Señor Jesucristo.
—Te aconsejo que —como con el trigal— recojas las espigas blancas y granadas: la verdadera verdad.