77

En algunos momentos te agobia un principio de desánimo, que mata toda tu ilusión, y que apenas alcanzas a vencer a fuerza de actos de esperanza. —No importa: es la hora buena para pedir más gracia a Dios, y ¡adelante! Renueva la alegría de luchar, aunque pierdas una escaramuza.

Este punto en otro idioma