Josemaría Escrivá Obras
776

¿Qué perfección cristiana pretendes alcanzar, si haces siempre tu capricho, “lo que te gusta”...? Todos tus defectos, no combatidos, darán un lógico fruto constante de malas obras. Y tu voluntad —que no estará templada en una lucha perseverante— no te servirá de nada, cuando llegue una ocasión difícil.

Anterior Ver capítulo Siguiente