Josemaría Escrivá Obras
798

Todavía no quieres al Señor como el avaro sus riquezas, como una madre a su hijo..., ¡todavía te preocupas demasiado de ti mismo y de pequeñeces tuyas! Sin embargo, notas que Jesús ya se ha hecho indispensable en tu vida...

—Pues, en cuanto correspondas por completo a su llamada, te será también indispensable en cada uno de tus actos.

Anterior Ver capítulo Siguiente